¿Te ha pasado estar realizando una actividad que disfrutas mucho y pareciera que el tiempo vuela? En ese momento la actividad de atrapa y pierdes la noción del tiempo. Me refiero a esos momentos en los que pareciera que solo han pasado algunos minutos, pero en realidad llevas ya varias horas haciéndolo y lo has disfrutado mucho.
Esto tiene su explicación y se debe a la “teoría del flujo”. Desarrollada por Mihaly Csikszentmihalyi, catedrático de Stanford y uno de los fundadores de la Psicología Positiva.
La teoría del flujo nos refiere a ese estado en el que uno se siente completamente absorto en una actividad que proporciona placer y disfrute. En ese momento, el tiempo parece volar y nuestras acciones, pensamientos y movimientos se suceden sin pausa.
Esto lo hemos podido ver en grandes hombres de negocios que refieren "sumergirse en el flujo" al momento de trabajar. Personalidades como Richard Branson (Virgin), Elon Musk (Tesla) o Mark Zuckerberg (Meta), han descrito que son más felices cuando están en total concentración y absortos en la actividad que realizan. Solo hay que observar los resultados que han obtenido…
Esto juega un papel muy importante en el liderazgo de los equipos de trabajo y en las organizaciones. Se dice que una persona es más productiva y eficiente si se mantiene en el estado de flujo y, esto se logra buscando un equilibrio entre el nivel de desafío de una tarea y el nivel de habilidad que tiene para realizar la actividad.
De tal manera que una persona con grandes habilidades, pero realizando actividades que representen un pobre desafío, no fluye. De igual forma una persona con poca experiencia realizando una tarea que sobrepase sus habilidades tampoco va a fluir.
El gran reto como líderes es coordinar las actividades dentro de nuestro equipo de acuerdo con el nivel de habilidad de cada integrante y adaptarlo al reto que representa la tarea. Si lo hacemos correctamente nuestro equipo comienza el camino hacia convertirse en un equipo de alto rendimiento.
Al final, esto nos trae grandes recompensas; el equipo es más productivo y eficiente (hacen más con los mismos recursos), bajan algunos costos (tiempo, rotación, scrap, etc.) y eso sin mencionar el nivel de “engagement” que se logra entre los integrantes, es decir, que traigan la camiseta bien puesta.
¿Y entonces como le podemos hacer? ¿Cómo lograr que fluya mi equipo? Aquí te comparto 5 tips que te ayudarán a que tú y tu equipo logran el flujo en su trabajo.
- Claridad. La actividad debe tener una meta clara sobre lo que se busca lograr.
- ActivAcción. La tarea tiene que ser activa, es decir, tienes que estar pensando y trabajando en ella al mismo tiempo.
- Medición. La actividad debe tener parámetros que indiquen que vamos avanzando.
- Motivación. La actividad debe de ser lo suficientemente motivante para incentivarnos a la acción.
- Reto vs. Capacidad. Debes de buscar el correcto balance entre el nivel de reto y el nivel de capacidad de la persona que realizará la actividad.
Si sigues estos consejos te aseguro que comenzarás a vencer al enemigo número uno del alto rendimiento: El odiado “PAAA” (Preocupación, Ansiedad, Aburrimiento y Apatía) de tus equipos.
Así que aquí no hay de otra, si eres un profesionista debes de buscar mantenerte en el flujo y si eres un empresario tienes que introducir este concepto en la cultura empresarial de tu organización para formar equipos de alto rendimiento capaces de sobrepasar los objetivos de la empresa.
Como decía Theodore Roosevelt: “El líder es el que desarrolla la visión de sus equipos para lograr grandes y extraordinarias metas” y yo agregaría: “y los mantiene en el flujo”.